Durante mis catorce años como Defensor Público Adjunto, fui testigo de las complejas vías que llevan a las personas al sistema de justicia penal. Estudié más a fondo estas dinámicas cuando obtuve mi Maestría en Justicia Penal. Ahora me esfuerzo por integrar mis experiencias en la jurisprudencia con el desarrollo, interpersonal, y las teorías de la familia como yo persigo un doctorado en Desarrollo Humano. Estoy comprometida a ayudar a las personas a recibir una defensa bien preparada y exitosa de una manera compasiva.